Las grandes superficies desérticas y las pistas rápidas se le han dado muy bien al Hummer de Robby Gordon. Sin brillar en demasía desde el principio del Dakar, el norteamericano, que había destacado por un pilotaje más agresivo que eficaz, se ha aprovechado de su 12ª posición en la salida para hacerse con su 3ª victoria de etapa, la primera en Mauritania, después de haberlo logrado anteriormente en España y Marruecos en 2005. Gordon, que salía esta mañana desde la 36ª posición de la general, seguramente había tomado buena nota de esta especial en su libro de ruta para salvar su Dakar particular. La etapa ha sido igualmente propicia al motor V8 del buggy de Jean-Louis Schlesser, que ya ha ganado una especial en la presente edición. La noche de su victoria en Uarzazat, el francés confesaba que deseaba "dar otro golpe", pero hoy ha terminado a 17" del vencedor. Detrás, pero muy detrás, el más rápido de los "oficiales" lleva hoy el nombre de Giniel de Villiers. El sudafricano ha pasado a 6'52" de Gordon y adelantado a Carlos Sainz en una treintena de segundos, mientras que los Mitsubishi, por su parte, siguen bajo el dominio de la escudería germana. Luc Alphand, 4° de la general, está ya a más de 23 minutos del líder Sainz.
La etapa mauritana le ha dado igualmente una lección de prudencia a Guerlain Chicherit. El mejor representante de BMW X-Raid, probablemente preocupado en exceso por resarcirse del desengaño del día anterior (recordemos que un pinchazo le privó de la victoria a diez km de la línea de meta), ha puesto el coche literalmente patas arriba en el km 195. La joven promesa, tras haber saboreado las mieles de la victoria el año pasado en la etapa entre Tambacunda y Dakar, ha de enfrentarse ahora a la decepción del abandono. Pero el aprendizaje continúa, y no sólo para él. Todo un experto como Hiroshi Masuoka ha podido evitar el abandono pero no perder más de una hora con respecto a Carlos Sainz, por culpa de diversos problemas mecánicos en su Mitsubishi.
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