A horas de haber conseguido el título de campeón 2007 de la categoría que lo supo tener también de presidente, y de haber sido elegido, por votación de los socios, como nuevo vicepresidente de Gimnasia y Esgrima de La Plata, charlamos con Fabian Cagliardi sobre su exitoso presente.
Pregunta: Este fin de semana, en menos de 24 hs. dos cosas muy importantes ocurrieron en tu vida.
Fabian Cagliardi: “La verdad que si. Comenzamos el sábado 1 de Diciembre con las elecciones muy reñidas en Gimnasia, que pudimos ganar. Esperemos poder cumplir la labor de que el Club salga adelante y ver a toda la familia de Gimnasia junta y contenta. Y el campeonato del TC Rioplatense el domingo, claro.”
P: ¿Y como se llega a este campeonato?
F.C.: “Ya el año pasado podíamos haber estado para esto, pero la categoría me quitaba mucho tiempo, yo no podía estar muy encima del auto. Este año fue diferente, y la gente de la comisión me ayudó mas en las tareas entonces pude estar mas encima del auto… ir a probar… y se fueron dando las carreras, se fue dando la lucha por el campeonato. Así llegamos a esta última fecha con algunos puntos a favor lo que me dejó hacer una carrera mas pensada, mas inteligente”.
P: Pero la primera mitad de campeonato no fue tan buena o contundente como la segunda. ¿Si no hubieras sido dirigente se hubiera llegado mas holgado a la obtención del titulo?
F.C.: “Si, se podría haber llegado mas holgado… pero lo importante es que llegamos, que se dio. Y el hecho de tener que pelear el campeonato contra Juan José Garriz me dio tranquilidad, porque sabía que lo estaba peleando con un caballero. Los dos íbamos por los puntos y con él estaba todo bien”.
P: ¿Qué fue lo primero que te dijo Garriz? Ya que fue el primero que se te acercó a saludar.
F.C.: “Vino a saludarme, a felicitarme. A mi el auto me iba muy mal, por un problema en la dirección desde la segunda vuelta que todavía hoy no sé que fue, y yo le pedí disculpas a Garriz por si lo había complicado; pero con él está todo bien. Noté que el auto en la recta había perdido unos 7 km/h de velocidad y venía con el volante un cuarto de vuelta cruzado, por eso creía que había roto una rotula, o la comba, no sé. Por eso me limité a girar lo mas prolijo posible tratando de llegar en la posición que estaba”... (sigue)
La nota completa leela este mes en Revista AutoPista
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